Aproximadamente el 12% del territorio nacional es pastizal, siendo el estado de Chihuahua donde más se concentra este ecosistema de forma natural. En el desierto Chihuahuense, que es el desierto más extenso de toda América del Norte, cohabitan espectaculares especies de plantas y animales que están perfectamente adaptados a este ecosistema. Algunas de estas especies, como los perritos de la pradera o el águila real, lamentablemente se encuentran en peligro de extinción debido a distintos factores geográficos y políticos, que de algunas décadas hasta el presente solo se han acentuado.

Todos estos datos se presentan esparcidamente en el documental “Ad memoriam rei perpetuam” producido por De la Maza Consulting & Films, cuya versión larga será estrenada en el Wildlife Conservation Film Festival. El documental analiza los motivos detrás del estado actual de deterioro de las zonas semiáridas del norte mexicano.  

Mauricio de la Maza-Benignos, productor y director de la cinta, nos presenta a distintos referentes de instituciones públicas y privadas, responsables de la conservación de la flora y fauna de la región, como la CONANP y PROFAUNA, para indagar en los hechos históricos, incluidos los cambios y la adaptación que han tenido que sobrellevar la agricultura y las distintas especies que habitan ahí. Bajo esta mirada la cinta se rompe en dos vertientes, el documental de denuncia y el documental antropológico.

En esta coyuntura entre un video de registro al estilo National Geographic, y un reportaje para un noticiero televisivo, es precisamente donde el director explora una nueva vía lejos de lo visual y más hacia lo espiritual; pues la lectura de poemas de y por Claudia Luna Fuentes fungen como hilo conductor, que trasciende el impecable registro de los hermosos paisajes del norte de México. Su voz se hace presente expresando respeto a la región; estos versos materializan los pensamientos de su población dando tiempo para la reflexión ante las distintas narrativas de su gente.

Sin llegar a lo sensiblero, el documental profundiza en sentimientos de pertenencia e identidad. De la Maza-Benignos y su equipo no solo se adentran a estos pastizales otorgando un sinfín de retratos de los animales que se enfrentan día con día al calor y a la sequía, también procuran a esos ejidatarios que se han quedado y no han emigrado, los que a pesar del sol y el sudor mantienen sus raíces firmes en suelos chihuahuenses.

Gabriela Conde, dueña del rancho Nana Rosa dice que cuando llegó por primera vez al rancho “se enamoró de su paisaje y orografía”. Sin embargo, cada vez menos personas ven un futuro en la ganadería, y se pierde un estilo de vida, al tiempo que invade una agricultura depredadora que mina sin tregua los acuíferos subyacentes.

Las consecuencias de las ideologías devastadoras que procuran más al dinero que el amor hacia la tierra, recurren a perforaciones ilegales que dañan los mantos acuíferos para explotar económicamente al paisaje. Varios de los entrevistados afirman que la autoridad no se está encargando de hacer valer la ley ni de proteger el patrimonio natural; y es esto último lo que más pesa, ya que, aunque desde hace mucho tiempo, se empezaron a presentar daños en los pastizales a causa del sobrepastoreo, y que en la década de los 90 la sequía y la crisis económica trajo consigo peores consecuencias para los ganaderos tradicionales, es la actual carencia de firmeza en la aplicación de las leyes lo que evita que la región pueda aprovechar sosteniblemente su gran potencial. Para Raymundo Soto, productor de nuez pecanera, “el cuidado del medio ambiente y de los recursos naturales tiene que ser una filosofía de vida”, pero la realidad es que el agua escasea, las temperaturas suben y el equilibrio de nuestros ecosistemas es cada vez más precario.

A través de entrevistas, Mauricio de la Maza-Benignos analiza una ecuación donde instituciones como la PROFEPA, al actuar caóticamente entre la corrupción y la omisión de sus deberes, impactan directamente e indirectamente todo aquello que deberían salvaguardar. Es quizás el planteamiento burocrático y gubernamental lo que más afecta a la naturaleza. Pero, aunque mucho parece perdido, “Ad memoriam rei perpetuam” deja en claro que todavía hay una lucha gestándose.

Martín Villalobos, ejidatiario del ejido Ojo Laguna menciona como solución la unión que han tomado los ejidatarios, donde la tierra es de todos por igual y se apoyan los unos a los otros. Este accionar puede evitar que en un futuro lo logrado en esta zona sea un simple recuerdo; al final, es este el mayor esbozo del documental, darle voz y una plataforma a esta población.

El reflejo de estas tierras se planta como archivo histórico de la región, pero enciende la chispa para provocar un cambio, tratando de ser ese empuje que puede llegar a tener el poder del cine, porque, aunque este no es el único problema al que se enfrenta la humanidad ante el cambio climático y la explotación de recursos naturales, hacer visible el problema y esparcir el mensaje, es ya un acto de resistencia en sí.